La iglesia parroquial de los Santos Ángeles Custodios es un edificio románico que aúna las tradiciones lombardista y jaquesa, levantado posiblemente en dos fases (segunda mitad del siglo XI y siglo XII), y alterado en una reforma posterior (ampliación de la nave por el sur -que ocultó la portada- y adición de la torre).
En origen tenía nave rectangular, presbiterio atrofiado y ábside semicircular, con la característica articulación lombarda de lesenas y arquillos en el exterior. En el siglo XII se dotó de una nueva portada meridional que adopta el repertorio formal del románico jaqués: bolas y molduras ajedrezadas en las arquivoltas, capiteles de aves afrontadas y serpientes enrolladas, y en el tímpano un crismón trinitario rodeado por un grifo y un cuadrúpedo inspirado en la portada occidental de la seo jacetana.
En el interior, de singular interés es una placa empotrada en el muro norte con la figura en relieve de un hombre clavando una lanza (?) en un ser con cabeza de serpiente. Se conservan además dos tallas de la Virgen del Rosario y otras piezas procedentes de la arruinada ermita de Santa Ana (antigua de Nuestra Señora del Rosario).