Ecosistema

El medio natural del municipio de Santa Cruz de la Serós puede ser definido por una palabra: DIVERSIDAD.

Si partimos de la base de que cada especie del reino animal y vegetal, especialmente de este último por su carácter estático, posee unas necesidades y exigencias que pueden ser decisivas para su supervivencia y que por tanto requieren un ambiente concreto para su óptimo desarrollo, podemos afirmar que a más ambientes distintos mayor es la diversidad de especies.

Esa es la realidad del entorno natural de Santa Cruz.

Las claves principales para comprender el complejo mosaico se encuentran el tipo de sustrato, la diferencia de cotas, la diversidad de exposición, los recursos hídricos, la existencia de roquedos, la influencia climática y la acción humana junto con la utilización forestal.*


* Texto de Xavier Pujol

Los recursos hídricos

Junto o en el el interior de los numerosos barrancos y fuentes se instalan especies afines a unas condiciones de humedad ambiental y edáfica, muchas de ellas adaptadas a sobrevivir en suelos pobres donde las fuertes corrientes de agua, tras el arrastre de las partículas nutritivas más finas, tan solo han respetado los cantos rodados y que en ocasiones son también las responsables de verdaderos embates que algunas especies vegetales como los sauces de ribera (Salix sp.) son capaces de soportar, a pesar de sufrir magulladuras en sus cortezas, arrancamientos de ramas y deformidades en su estructura.
En los alrededores de los cursos de agua más estables, con suelos profundos y nutritivos, se desarrolla una vegetación más madura, adaptada a una vida más pacífica y cómoda, como los fresnos (Fraxinus angustifolia), el sauce arbóreo (Salix alba), el chopo negro (Populus nigra), diversas especies de menta (Menta sp.), infinidad de plantas con flores vistosas, cañizos y otras gramíneas.

Las truchas del río Aragón ascienden por el barranco de la Carbonera cerca de 5 km. La rana y el sapo común está presente en casi todos los cursos fluviales y el tritón pirenaico habita en los más altos y escarpados. Culebras de agua se alimentan a su vez de sus renacuajos. Infinidad de aves acuden a las zonas húmedas para anidar entre su enmarañada vegetación, coincidiendo con la máxima presencia de insectos con fase larvaria acuática, sustento de padres y polluelos. Pero el entorno atrae también a otras especies de otros ambientes, motivados por la sed o por la cantidad de presas disponibles. Varias especies de murciélagos se orientan durante sus desplazamientos por las corrientes de aire que se crean en el fondo de los valles y barrancos, aprovechando a su vez para consumir insectos voladores.

* Texto de Xavier Pujol