Santa Cruz de la Serós

A los pies de la Sierra de San Juan de la Peña se extiende el término de Santa Cruz de la Serós, que abarca Santa Cruz, Binacua, la pardina de Lacuey y la antigua venta de Esculabolsas.

El topónimo advierte del origen monacal del núcleo: Santa Cruz de las Sorores o de las Serols (de las hermanas). Lo único que queda del antiguo monasterio de la orden de las Benedictinas es su inconfundible iglesia, obra contemporánea de la Catedral de Jaca y financiada por la condesa Sancha. El monasterio femenino de Santa María de Santa Cruz de la Serós fue fundado por Ramiro I de Aragón entre el 1059 y el 1061. En cierto modo, estuvo vinculado a los monjes de San Juan de la Peña e ingresaron en él las tres hijas del rey Ramiro: doña Urraca, doña Teresa y doña Sancha, su gran benefactora. La orden benedictina permanecería allí hasta el siglo XVI, cuando se trasladó a Jaca.

Santa Cruz de la Serós


A la entrada del pueblo encontramos la iglesia de San Caprasio, la antigua parroquial, uno de los escasos ejemplos de románico lombardo de la Jacetania que fue levantada en tiempos de Ramiro I.

La arquitectura popular es de gran valor. Destacan los tejados de losa y las grandes chimeneas troncocónicas. En la actualidad, parte del término municipal de Santa Cruz está declarado zona protegida por una figura de protección denominada Parque Cultural. Parte de su término es zona ZEPA (Zona de Especial Protección de Aves) y está declarado LIC (Lugar de Interés Comunitario).

Celebra las fiestas de San Caprasio el 20 de septiembre.

  • 188 habitantes (Datos del INE de acuerdo al Padrón municipal a 1 de enero de 2020)
  • Superficie: 26,7 km2.
  • Altitud: 788 metros

Iglesia de San Caprasio

La iglesia de San Caprasio se construyó a finales del siglo XI en estilo románico de tradición lombarda. Es uno de los ejemplos más interesantes que pueden encontrarse en todo el Pirineo. Sucesivamente sufrió diversas reformas que alteraron su aspecto original.

En la restauración a la que fue sometida a mediados del siglo XX se le despojó de todos esos elementos añadidos a lo largo de los siglos: dos naves colaterales, un cuerpo superior de la torre, lonja y la adosada casa-abadía.

Iglesia de San Caprasio

La planta del templo es un rectángulo ligeramente irregular con un ábside en hemiciclo que se une a la nave mediante un arco de embocadura. Sus muros no paralelos tienden a cerrar ese hemiciclo en forma de herradura. En el exterior, caracterizado por la modestia y austeridad del románico lombardo, se aprecian algunos elementos básicos en la ornamentación de la época como los arquillos, que están trazados con piezas colocadas con su dimensión mayor a lo largo de la curva.

El interior todavía es más austero. No hay concesión alguna a lo decorativo. Las formas funcionales destacan limpias del yeso y la pintura que recubrieron en su día el frente de la piedra. Sobre los muros y pilastras de la nave gravitan dos bóvedas de aristas rudimentarias. El ábside, por su parte, se cierra con bóveda de cuarto de esfera. En el siglo XII se construyó un sencillo campanario de planta cuadrada, que se ofrece abierto en sus frentes por una pequeña ventana de doble arco sobre parteluz. Está cerrado por una bóveda de cuarto de esfera.

VISITA VIRTUAL

Información extraída de la web comarcal https://turismojacetania.com/lugares.php?Id=132 

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